Bosquejo de un sermón sobre la perseverancia de los santos (Sebastian Santa Maria)

09.12.2013 23:19

La perseverancia de los santos.

 

Rom 8:37-39  Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó.

Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro.

 

Bien llegamos al ultimo punto, hablamos del estado del hombre natural (depravación total) y dijimos que la elección era incondicional por tanto la expiación era definida o limitada, a los que el padre en su amor escogió y por quienes Cristo murió y que estos fueron llamados eficazmente por el Espíritu Santo, ahora veremos como estos escogidos, llamados y salvados perseveran hasta el fin, por la misma gracia que opera en ellos. 

 

La pregunta que responderemos es ¿Puede un verdadero creyente perder su salvación? ¿Puede caer del estado de gracia?

 

El apóstol pablo afirma en Filipenses 1:6 “estando persuadido de esto, que el que comenzó la buena obra en vosotros la perfeccionara hasta el día de Jesucristo”

Pablo no presenta dudas de cual seria el fin de los santos que estaban en filopos, sino que más bien, el esta Persuadido (totalmente seguro y convencido) que Dios por su gran amor con que nos amo y nos llamo y nos escogió, también perfeccionara esta obra que ha comenzado en nosotros, hasta el fin.

Las presuposiciones obvias del Apóstol son claras aquí: Dios no dejara una obra inconclusa, imperfecta, porque esto contradice su carácter perfecto y santo.  

Claramente los Creyentes no pueden caer, ni totalmente, ni definitivamente del estado de gracia, sino que como Pedro lo explica.

Los santos han de ser diligentes en la utilidad de los medios de gracia dados a ellos para que no caigan JAMAS (2 Pedro 1:10) y podemos estar seguros de que no perecerán jamás, es decir que ellos permanezcan para siempre en ese estado caído.

Cristo afirma que el nos da vida eterna (Juan 10:28-29) y que a los que les da esta vida no perecerán jamás, y que nadie puede arrebatarle a Cristo lo que el tiene en su mano es decir a los creyentes, y para afirmar esto mas enfáticamente Cristo nos asegura que el padre es mayor que todos y que nadie arrebata de la mano del Padre lo que le pertenece.

La vida nueva es eterna, es una vida que no puede perderse y dejar de ser eterna a menos que Cristo mienta, lo cual es algo imposible para el, por esto Cristo enfatiza que no perecerán jamás los cuales son objetos de la vida que el da, a saber eterna.

Si alguno pensare que puede soltarse de la mano de Dios, se equivoca, ya que no es usted quien esta agarrado a su mano, sino que el mismo lo tiene de su mano, de manera que no existe posibilidad de que su frágil mano humana se zafe porque la mano del Padre es quien lo asegura a usted.

Podemos decir algo mas enfático, un verdadero creyente es un miembro del cuerpo de Cristo, por lo tanto es imposible que usted se deslice entre los dedos del señor para caer porque usted es uno de sus dedos. 

Si alguien pensare que, tal vez Satanás pudiera arrebatarlo de esa mano, recuerde que eso simplemente es imposible.

El Puritano Chistopher Love afirma lo siguiente: si los elegidos perecen, Jesús seria muy infiel a su padre, porque Dios; el padre, dio este encargo a Cristo, preservar seguros a todos los que el, el Padre, escogió, para traerlos al cielo.

Una razón mas por la cual los creyentes no pueden caer definitivamente, es porque la simiente de Dios permanece en ellos (1 Juan 1:9) y los que han nacido de Dios, el mismo los guarda y el maligno no puede ni siquiera tocarlos (5:18) Juan enfatiza como Dios nos guarda y Pedro nos dice que somos guardados mediante la fe (1 Pedro 1:5) y esta fe viva obtiene su fin(1:9) que es la salvación de nuestras almas.

El Dr. Wiliamson comenta lo siguiente “cuando una persona a sido regenerada por el Espíritu Santo y realmente se ha convertido a Cristo (por medio del arrepentimiento y la fe) ¿es posible que nuevamente comience hacer un hijo de ira y de la destrucción eterna? (El responde) La respuesta de la Escritura es Clara y enfática: No; no es posible (Juan 3:36 y 5:24).

Tanto el romanismo como el arminianismo niegan esto. Ambos afirman la idea pelagiana, que la salvación es sinergista, es decir; El hombre y Dios cooperan juntos, pero se enfatiza el libre albedrio del hombre, y que si este no quisiera pudiera perderse (dependerá de la voluntad humana perseverar o no)y el decreto de Dios seria frustrado.

Ellos afirman también que un verdadero creyente puede perder la fe justificadora, la gracia y la salvación

 Para nosotros la salvación es monergista, es decir; una obra de Dios de principio a fin, donde el hombre persevera en buenas obras por la gracia de Dios que lo mueve poniendo tanto el querer como el hacer lo que es agradable a Dios, somos justificados, por la gracia (Ro 5:8-9)  los teólogos de Westminster afirman lo siguiente:

Esta perseverancia de los santos depende no de su propio libre albedrió, sino de la inmutabilidad del decreto de elección, que fluye del amor gratuito he inmutable de Dios el Padre, de la eficacia del merito y la intercesión de Jesucristo, de la morada del Espíritu y de la simiente de Dios que esta en los santos y de la naturaleza del pacto de gracia, todo lo cual surge la certeza y infabilidad de la perseverancia.

Veamos a forma de resumen esto puntos

1-  La inmutabilidad del decreto de elección : se basa en las perfecciones divinas, las cuales no cambian, estas bases están arraigadas al amor incondicional del padre quien ha escogido libremente y perpetuamente los objetos de su amor (pobre criaturas, pecadoras, cambiantes y falibles) el salmo 89:3-4 nos comunica el juramento Divino, de lo cual tenemos plena certidumbre sabiendo que por dos cosas inmutables no es posible que falle, Dios no puede mentir y el a impuesto juramento el cual no se retractara ni volverá a tras.   

2-  La eficacia del merito e intercesión de Cristo: El a santificado para si un pueblo, por medio del único sacrificio expiatorio por el cual el ha hecho perfecta redención. (Hebreos 10:10,14) y además de esto el intercede constantemente por sus escogidos, de la misma manera que se nos ejemplifica en Juan 17:11,24 Cristo intercede para que seamos guardados y ha rogado al Padre que donde el esta nosotros estemos con el.

3-  La morada del Espíritu Santo y la simiente de Dios: El padre a decretado inmutablemente quienes serán salvos y envió a su hijo a morir y hacer expiación perfectamente para que por ella lleguen los escogidos a ser justificados en el, Cristo envió al Espíritu que es también la Promesa del padre y El hace morada en todos los creyentes verdaderos, esta con nosotros para siempre Juan 14:16-17 y sabemos que el mundo no puede recibirlo, pero el mora en nosotros y nos enseña todas las cosas 1 Juan 2:27 y además de esta evidencia clara hay una evidencia interna que es la simiente de Dios que esta en los verdaderos creyentes que les mueve a amar la santidad y odiar el pecado, esta simiente es incorruptible (1 Pedro 1:23).

Además de estas evidencias irrefutable existe una evidencia mas, la cual es la naturaleza misma del pacto de gracia, que afirma la certeza he infalibilidad de la perseverancia.

Este pacto es un acuerdo y un convenio solemne entre Dios y el hombre caído, en el cual el Señor se compromete a ser nuestro Dios y hacernos su pueblo, es un pacto de gracia de principio a fin como afirma el Puritano Thomas Watson:

“es un pacto de gracia porque es una cedula real escrita toda ella en términos de gracia: Que Dios echara tras sus espaldas todos nuestros pecados (Os 14:4) Que el nos dará la voluntad de aceptar los términos del pacto, y la fuerza para ejecutar sus condiciones (Ez 36:27) todo esto no es sino pura gracia”.

 

  Bien, dirá alguien, pero… ¿no es cierto en nuestra experiencia que muchos se han apartado de la fe? ¿No hay acaso muchos pasajes que hablan y advierten estas cosas? ¿Como explicar esto?   

Déjame decir lo que es real, luego lo que es imposible.

1-  Lo que es real y puede acontecerle en un verdadero creyente.

 

1-   La tentación del mundo (1juan 2:15)

2-   La tentación de Satanás (Mateo 26:70,72,74)

3-   La corrupción que esta en el corazón del creyente (Stg. 1:13-14)

4-   El descuido de los medios de Gracia (Hebreos 10:24-25)

Temporalmente unos pueden ser seducidos por el mundo, tal como el hijo prodigo, otros por Satanás tal como fue el caso de Pedro, otros en mayor o menor grado por la corrupción que queda en su corazón y otros por negligencia en la lectura, oración, dejar de congregarse temporalmente, es decir descuidar los medios de gracia.

Como notan todo esto es posible en un verdadero creyente de forma temporal y es posible que traigan sobre si, el desagrado de Dios como en el caso de David (2 Samuel 11:27) contristar al Espíritu Santo (Ef. 4:30) hasta traer sobre si Juicios temporales (1 corintios 11:32) y esto es verdadero y ejemplificado en hombres como Noe, Moisés, David y Pedro.

2-  Lo que es imposible

Es imposible que un verdadero creyente se pierda o que no persevere en la gracia.

Juan dice lo siguiente de personas que aparentemente estuvieron dando señales externas de fe, manifestando por algún tiempo gozo y gustaron bendiciones temporales junto al pueblo del señor.

El dice: Salieron de nosotros, pero no eran de nosotros; porque si hubiesen sido de nosotros, habrían permanecido con nosotros; pero salieron para que se manifestase que no todos son de nosotros. 1Jn 2:19

El énfasis de Juan aquí es doble, primo dice que los verdaderos creyentes Permanecen y que los falsos se manifestaron para mostrar que no todos son de nosotros los que están dentro de la iglesia.

De manera que la Escritura enseña que hay muchos que están haciendo una falsa confesión externa, siendo utilizados temporalmente por el Espíritu y participando de las bendiciones temporales de los hijos de Dios, sin embargo al final el señor les dirá nunca los conocí, aunque ellos puedan argumentar que en su nombre hicieron muchas cosas, sin embargo se les dirá apartaos de mi, las lámparas de ellos se apagaran, y no entraran a las bodas del cordero.

Los apostatas jamás tuvieron la fe que salva, jamás fueron verdaderos creyentes.

Heb 10:39 dice:  Pero nosotros no somos de los que retroceden para perdición, sino de los que tienen fe para preservación del alma.

Los verdaderos creyentes perseveran por la gracia de Dios que opera en ellos, luchando contra las tentaciones de Satanás, la seducción del mundo mortificando su pecado y siendo diligentes en utilizar los medios de Gracia que mantendrá la llama ardiendo hasta entrar en el gozo de su señor.

Como dice el Puritano Thomas Watson:”la perseverancia es la corona y gloria del cristiano”

Pastor: Sebastián Santa María.