Definición de predicación experiencial (Dr. Joel Beeke)
Definición de predicación experiencial
La palabra experiencial viene del latín experimentum y significa prueba y deriba de exterior significa probar o colocar a prueba. Ese verbo también puede significar “hallar o saber por experiencia” llevando la palabra experientia, que significa “conociendo por medio de experimento”. Calvino usaba experiencial y experimental como palabra intercambiables visto que ambas indicaban, en la predicación bíblica, la necesidad de medir el conocimiento experimentando con el padrón de la Escritura. La predicación experiencial trata de la cuestión vital, de cómo un cristiano experimenta la verdad de la doctrina bíblica, reformada, en su vida.
Por tanto una definición funcional de predicación experiencial puede ser: predicación que busca explicar, con términos de la verdad bíblica, reformada, como las cosas deben ser, como ellas realmente son, y el objetivo final de la vida cristiana. La predicación experiencial tiene como blanco aplicar la verdad de Dios a todo el ámbito de la experiencia personal del creyente, incluyendo su relación con la familia, la iglesia y el mundo a su alrededor. En otras palabras, ella aborda todo el ámbito del vivir cristiano, focalizando intensamente el bienestar espiritual y madurez del creyente. Con la bendición del Espíritu, la misión de esa predicación es transformar al creyente en todo lo que el es y hace, para que se vuelva cada vez mas semejante a su salvador.
Cuan diferente es la predicación experiencial que oímos con regularidad en nuetros días. La palabra de Dios es frecuentemente predicada de un modo que no transformara a los oyentes, porque falla en distinguir y aplicar. Es reducida a una conferencia, una demostración, un suministro de lo que las personas desean oir, a un tipo de subjetivismo divorciado del fundamento de las Escrituras. Falla en explicar bíblicamente lo que los reformadores llamavan de religión vital: como un pecador tiene que ser despojado de su justicia propia, guiado solamente a Cristo para la salvación y llevando la alegría de la confianza siempre en Cristo. Falla en mostrar como un pecador redimido lidia con la plaga del pecado remanente, lucha contra el desvio y gana victoria por la fe en Cristo.
Sin embargo cuando la palabra de Dios es predicada experiencialmente ella es “El poder de Dios para salvación”(Rm 1:16) que transforma hombres y naciones. Esa predicación es transformadora porque refiere con exactitud la experiencia vital de los hijos de Dios (Rm 5:1-11) explica claramente las marcas y los frutos de la gracia salvadora esenciales para un creyente (Mt 5:3-12; Gl 5:22-23) y muestra tanto al creyente como al incrédulo su fruto eterno (Ap 21:1-9).
Dr. Joel Beeke
(traducido del portugués por Sebastián Santa María)