El día del Señor y los Reformadores del siglo 16
La Salmodia segun el primer comentario sobre la CFW
Un extracto de la obra de Rev. David Dickson, siendo el primer comentario de la Confesión de Fe de Westminister, Truth´s Victory Over Error, (La victoria de la verdad sobre el error)
El comentario original, y primero, sobre la Confesión de Fe de Westminster por David Dickson
¿Es el canto de los Salmos, con gracia en el corazón una parte del culto ordinario de Dios?
Si (Col. 3:16; Ef. 5:19; Sant. 5:13).
Pues bien, ¿se equivocan los cuáqueros y otros sectarios cuando están en contra del cántico de los Salmos o al menos solo a algunas personas, siendo los otros excluidos?
Si.
¿Por cuales razones se les refuta?
1. Por la práctica de Cristo y de Sus apóstoles (Mateo 26:30). Del ejemplo de Pablo y Silas (Hechos 16:25). De Moisés y los Israelitas (Ex. 15).
2. Porque el cantar los Salmos fue ordenado bajo el Antiguo Testamento, y eso no como un tipo de alguna sustancia de por venir, ni por una causa ceremonial. Ni es abrogado bajo el Nuevo Testamento, sino confirmado (Ps. 30:4; 149:1).
3. Por los mandamientos generales y universales en el Nuevo Testamento (Ef. 5:19; Col. 3:16; 1 Cor. 14:15).
4. Porque el Apóstol Santiago dice, ¿Está alguno entre vosotros afligido? haga oración. ¿Está alguno alegre? Cante Salmos.” (Sant. 5:13 RVR 1909). El significado no es que ninguno debe cantar sino los que están alegres; entonces nadie debería orar sino los que están afligidos.
5. Porque cantando los Salmos glorificamos a Dios, hacemos su alabanza gloriosa. Edificamos a otros con quienes cantamos igual que nos edificarnos a nosotros mismos. Así que el fin que se propone en el canto, es que cantando seamos enseñados y exhortando unos a otros con Salmos, himnos y cánticos espirituales (Col. 3:16). En fin, aclamamos y nos refrescamos haciendo melodía en nuestros corazones al Señor (Ef. 5:19). Cual se levanta, primero, de nuestra conciencia tratándolo como un parte de adoración hacia Dios, y en tal hecho somos aceptados en eso.
Segundo, por ser parte de las Escrituras, designado para Su adoración, sea que concuerde con nuestro caso o no. Eso siendo el fin por la cual fue designado de ser cantado es una autorización suficiente para que nos unamos en el cantar de ello.
Traducido por:
Edgar Ibarra y Sebastián Santa María.
revisión Caesar Arevalo