fragmento del relato sobre el martirio de Policarpio.

03.04.2013 23:23

 

 
cuando Policarpo entró en el estadio le llegó una voz del cielo: «Mantente firme, Policarpo, y sé un hombre.» Y nadie vio al que hablaba, pero los que son de los nuestros que estaban presentes oyeron la voz. Y al final, cuando fue traído, hubo un gran tumulto, porque oyeron que habían capturado a Policarpo. Así pues, cuando lo presentaron delante del procónsul, éste inquirió si él era el hombre. Y al confesar que lo era, intentó persuadirle a que se retractara, diciendo: «Ten respeto a tu edad», y otras cosas apropiadas, como acostumbran decir: «Jura por el genio de César; y retráctate y di: Fuera los ateos.» Entonces Policarpo, con mirada solemne, contemplé toda la multitud de paganos impíos que había en el estadio, y les hizo señas con la mano; y gimiendo y mirando al cielo, dijo: «Fuera los ateos.» Pero cuando el magistrado insistió y le dijo: «Jura, y te soltaré; insulta a Cristo», Policarpo dijo: «Durante ochenta y seis años he sido su siervo, y no me ha hecho mal alguno. ¿Cómo puedo ahora blasfemar de mi Rey que me ha salvado?»
 
Pero cuando el procónsul persistió diciendo: «Jura por el genio del César», él contestó: «Si supones, en vano, que voy a jurar por el genio del César, como dices, y haces ver que no sabes quién soy, te lo diré claramente: soy cristiano. Pero si quieres aprender la doctrina del Cristianismo, señala un día y escúchame.» El procónsul dijo: «Convence al pueblo.» Pero Policarpo contestó: «En cuanto a ti, he considerado que eres digno de hablarte; porque se nos ha enseñado a rendir honor como es debido a los príncipes y autoridades designadas por Dios, salvo que no sea en nuestro perjuicio; pero en cuanto a éstos, no los considero dignos de que tenga que defenderme delante de ellos.» Ante lo cual el procónsul dijo: «Tengo fieras aquí y te echaré a ellas como no te retractes.» Pero él dijo:
«Que las traigan; porque el arrepentirse de lo mejor a lo peor es un cambio que no nos es permitido; pero es noble el cambiar de lo perverso a lo justo.» Entonces le dijo: «Haré que ardas con fuego si desprecias las fieras, como no te arrepientas.» Pero Policarpo dijo: «Tú me amenazas con fuego que arde un rato y después se apaga; pero no sabes nada del fuego del juicio futuro y del castigo eterno, que está reservado a los impíos.¿Por qué te demoras? Haz lo que quieras.»