POR QUÉ 1 JUAN 5:7-8 ESTÁ EN LA BIBLIA Por G. W. y D. E. Anderson

08.06.2013 00:23
Este es Jesucristo, que vino por agua y sangre: no por agua solamente, sino por agua y sangre. Y el Espíritu es el que da testimonio: porque el Espíritu es la verdad. Porque tres son los que dan testimonio en el cielo, el Padre, el Verbo, y el Espíritu Santo: y estos tres son uno. Y tres son los que dan testimonio en la tierra, el Espíritu, y el agua, y la sangre: y estos tres concuerdan en uno. 
 
 
En los últimos años, varios seguidores de la Sociedad han escrito para consultar sobre la inclusión de 1 Juan 5:7-8 en la Biblia, la denominada Coma Juanina (el pasaje que aparece en negrita en la cita anterior). Estas personas han encontrado versiones que omiten el pasaje sin mención alguna1; escritores que argumentan en contra de la inclusión de dicho pasaje2 ; y han encontrado predicadores que soslayan el pasaje a fin de evitar la controversia. Estos seguidores consideran que el pasaje de pleno derecho debe estar en las Escrituras, como también lo considera la Sociedad, como lo hicieron los redactores de la Confesión de Fe de Westminster3 y como lo han hecho hombres piadosos a lo largo de los siglos. Tres de estos hombres, cuyas influyentes obras abarcan tres siglos—Matthew Henry, R. L. Dabney y Edward Hills—sostuvieron este pasaje en sus escritos. El objetivo de este artículo es dar lugar a que estos hombres aborden el tema y den sus argumentos para la inclusión de la Coma Juanina. 
 
 
Nos rodea la argumentación académica contra la inclusión de este pasaje. 
Como dice John Stott del versículo 7:
 
 Esto en su totalidad debe considerarse como una glosa, al igual que las palabras en la tierra en el versículo 8…Las palabras no están en ningún manuscrito, versión ni cita en griego anterior al siglo XV. Aparecen por primera vez en un oscuro manuscrito latino del siglo IV, y lograron entrar a la Versión Autorizada (VA) porque Erasmo, con reticencia, los incluyó en la tercera edición de su texto. Están correctamente ausentes incluso del margen de la Versión Revisada (VR) y la Versión Revisada Estándar (VRE).4
 
 
El académico de Griego Bíblico del Seminario Teológico de Princeton B. M. Metzger señala que: un manuscrito del Nuevo Testamento completo que data de fines del siglo XV o principios del XVI… es el primer manuscrito griego descubierto que contiene el pasaje relativo a los Tres Testigos Celestiales (1 Juan 5 vers. 7-8).5
A la vista de tales afirmaciones, ¿cómo se podría argumentar a favor de la inclusión del pasaje? Pero hay extensas razones académicas para la inclusión de 1 Juan 5:7–8, y muchos estudiosos que han aportado esas razones. Por eso citamos obras de tres de ellos. Gran parte de esta información se reproduce textualmente de sus escritos, y será de carácter técnico; sin embargo, el lector podrá seguir los puntos principales de la posición, y hallará una bendición en los comentarios de estos hombres sobre la Palabra de Dios. 
 
◊◊◊ EVIDENCIA TEXTUAL EN FAVOR DE LA INCLUSIÓN
En primer lugar, debe decirse que la afirmación de Metzger, a primera vista, podría hacer que uno piense que 
1 Juan 5:7–8 no aparece en ningún escrito anterior al 1500. No obstante, el MS61 fue el primer manuscrito griego descubierto que contiene el pasaje. No es el manuscrito más antiguo en contener el pasaje, sino simplemente el primer manuscrito hallado que lo incluía.6 Metzger admite posteriormente que la Coma Juanina aparece también en manuscritos del siglo XII, del siglo VIX y del siglo XVI. ‘La mención más antigua de la Coma está en un tratado en latín del siglo IV titulado Liber apologeticus.’7 Edward Hills admite que para este pasaje no hay tanto respaldo en manuscritos griegos como lo hay para muchos otros pasajes del Nuevo Testamento. Sin embargo, hay abundancia de evidencias de otros manuscritos antiguos en su apoyo. Como dice Hills, ‘Las primeras menciones incuestionadas de la Coma Juanina aparecen en los escritos de dos obispos españoles del siglo IV… En el siglo V, la Coma Juanina fue citada por varios escritores 
africanos ortodoxos para defender la doctrina de la Trinidad contra las negaciones de los Vándalos, que … 
adherían fanáticamente a la herejía ariana’. ‘En las versiones latinas y en los escritos de los Padres de la Iglesia 
latina se encuentra evidencia de la existencia temprana de la Coma Juanina’. Entre ellos se encuentran Cipriano 
(c. 250) y Casiodoro (480–570), así como también un manuscrito del siglo V o VI en latín arcaico, y en el Speculum, un tratado que contiene un texto en latín arcaico. También se la encuentra en la gran masa de los manuscritos posteriores de la Vulgata y en la edición clementina de la Vulgata.8
 
 
◊◊◊ EVIDENCIA INTERNA A FAVOR DE LA INCLUSIÓN
 
En el siglo XVII, los redactores de la Confesión de Fe de Westminster aceptaron la inclusión de 1 Juan 5:7–8 y la utilizaron para defender la doctrina de la Trinidad. Otros, considerando al pasaje como Escritura, han aportado evidencia interna para la inclusión del pasaje. Esta evidencia, que viene del pasaje mismo, ha sido citada a lo largo de los siglos en defensa del pasaje y de la Trinidad a la que éste da respaldo. 
 
 
◊ El siglo XVIII: Matthew Henry
 
Matthew Henry (1662–1714), el comentarista no conformista de la Biblia nacido en Gales, ‘era un ministro 
ortodoxo, fiel, humilde y devoto del evangelio, un afectuoso pastor de almas y un sabio padre espiritual. [Era] 
famoso por su Exposición del Antiguo y el Nuevo Testamento, hoy conocida comúnmente como los Comentarios de Matthew Henry… El valor de sus Comentarios yace no en su énfasis crítico sino en el práctico y devocional’.9
Henry10 no se desentendía del respaldo en manuscritos griegos de 1 Juan 5:7–8, pero al respecto dice: ‘Se alega que muchos manuscritos griegos antiguos no lo tienen. No entraremos aquí en la controversia. Parecería que los críticos no concuerdan en qué manuscritos lo incluyen y cuáles no; tampoco nos informan suficientemente sobre la integridad y el valor de los manuscritos que consultan… Pero dejemos que los prudentes compaginadores de 
copias se ocupen de ese asunto. Hay algunas conjeturas racionales que parecen sustentar el texto y la lectura 
actuales’.11 En este sentido, Henry aporta varias ‘conjeturas racionales’: (1.) Si [omitimos] el vers. 7, [el vers. 8] parece también una … repetición de lo que se incluyó en el vers. 6… Esto no llega a conceder una introducción tan noble de estos tres testigos como lo hace nuestra lectura actual. 
 
(2.) Se observa que en muchas copias se lee esa cláusula distintiva, en la tierra: tres son los que dan testimonio en la tierra. Ahora bien, esto conlleva una visible oposición a algún testigo o testigos en otro lado, y en consecuencia, nos dicen los adversarios del texto, debe suponerse que esta cláusula ha sido omitida en la mayoría de los libros que requieren el vers. 7. Pero por el mismo motivo esto debería ser así en todos. Tomemos el vers. 6… No se agregaría ahora en forma natural y apropiada, Tres son los que dan testimonio en la tierra, a menos que debamos suponer que el apóstol quiere decirnos que todos los testigos lo son en tanto están en la tierra, cuando no obstante nos asegura que uno es infaliblemente verdadero, o incluso la verdad misma.
 
(3.) Se observa que hay una variedad de lecturas incluso en el texto griego…
 
(4.) El versículo séptimo es muy coincidente con el estilo y la teología de nuestro apóstol… Es entonces 
sumamente apropiado al lenguaje y al evangelio de este apóstol mencionar al Espíritu Santo como testigo de 
Jesucristo. Entonces,
 
(5.) Era mucho más fácil que un transcriptor, por desviar la vista, o por la obscuridad de la copia, borrada o indescifrable en la parte superior o inferior de una página, o desgastada en el tipo de materiales en los que se escribía en la antigüedad, perdiera y omitiera la página, y no que un interpolador la inventara y la insertara. 
Debería ser muy audaz e imprudente quien esperara escapar de la detección y la vergüenza; y también profano, quien se atreviera a hacer un añadido en un libro que se supone sagrado. Y además, 
 
(6.) Difícilmente pueda suponerse que, cuando el apóstol representa la fe del cristiano en la conquista del mundo y los cimientos en los que se basa para su adhesión a Jesucristo, y el testimonio diverso que se ha dado de Jesucristo en el mundo, debería omitir el testimonio supremo que lo ha acompañado, especialmente cuando consideramos que su intención era inferir, tal como lo hace (versículo 9)… Ahora bien, en los tres testigos en la tierra no están ni todos los testigos de Dios, ni ciertamente un testigo que sea verdadera e inmediatamente Dios. Los oponentes antitrinitarios al texto negarán que individualmente el Espíritu, o el agua, o la sangre, sea Dios mismo; pero, en nuestra lectura actual, hay aquí una noble enumeración de los varios testigos y testimonios que fundamentan la verdad del Señor Jesús y la divinidad de su institución. He aquí el más excelente resumen o compendio de los motivos para la fe en Cristo, de las credenciales que el Salvador trae consigo y de las evidencias de nuestra Cristiandad que pueda encontrarse, pienso yo, en el libro de Dios, motivo por el cual, incluso renunciando a la doctrina de la divina Trinidad, el texto merece plena aceptación.12
‘Con estos fundamentos racionales de nuestro lado’, dice Henry, ‘avanzamos’.13 Luego continúa con un análisis 
del pasaje en sí, con su ‘trinidad de testigos celestiales’,14 y finaliza esta sección afirmando que ‘De estos tres 
testigos (que son más diferentes que los tres anteriores) no se dice propiamente tanto que sean uno como que son para uno, que son para un único y mismo propósito y causa, o que concuerdan en uno, en una y la misma cosa entre sí y en el mismo testimonio con quienes testimonian desde el cielo.15
 
 
◊ El siglo XIX: Robert Lewis Dabney
 
Además, 1 Juan 5:7–8 no carece de testigos en el siglo XIX. Entre ellos es bien conocido Robert Lewis Dabney. 
Dabney ‘fue la figura más destacada y la principal guía teológica de la Iglesia Presbiteriana [Estadounidense] del 
Sur, el teólogo más prolífico que la Iglesia haya producido hasta ahora… Fue igualmente grande como predicador, como maestro y como escritor… [Ayudó a] reorganizar la fe histórica de las Iglesias Reformadas ante el fermento teológico que marcó los primeros años del siglo XIX’.16 Sobre la Coma Juanina, dice Dabney: ‘El frecuentemente cuestionado texto en 1 Juan vers. 7 también nos brinda una buena instancia del valor de esa evidencia interna que los críticos recientes pretenden desechar.17Entonces, la evidencia interna contra esta extirpación se encuentra en los siguientes puntos fuertes: 
 
Primero, si se lo hiciera, al artículo, el numeral y la partícula masculinos… se los hace concordar directamente con 
tres neutros – una dificultad gramatical insuperable y muy a la vista. Pero si se permite que estén las palabras 
cuestionadas, concuerdan directamente con dos sustantivos neutros y uno masculino… donde, según una bien 
conocida regla sintáctica, los masculinos del grupo controlan el género sobre el neutro conectado con ellos…
Segundo, si se hace la eliminación, al quedar el octavo versículo al lado del sexto nos da una repetición sumamente obvia y extraña, y aparentemente sin sentido, del testigo del Espíritu, dos veces en inmediata sucesión. 
 
Tercero, si se hace la eliminación, entonces la proposición al final del versículo octavo [y estos tres concuerdan en uno], contiene una referencia ininteligible… ‘Y estos tres concuerdan con ese Uno (mencionado anteriormente)’… ¿Cuál es la unidad mencionada previamente con la que estos tres concuerdan? Si se elimina el séptimo versículo, no hay ninguna… Si dejamos el séptimo versículo, todo queda claro: los tres testigos terrenales testifican sobre esa unidad mencionada previamente, constituida por el Padre, el Verbo y el Espíritu.18
Hay una coherencia en el conjunto que presenta una evidencia interna muy sólida del carácter genuino del texto 
recibido.19 Dabney recuerda a continuación a sus lectores las circunstancias en las que el apóstol Juan escribió su primera epístola. ‘El objeto de este escrito era advertir [a los receptores] contra los engañadores (ii.26), cuya herejía, predicha desde mucho tiempo atrás, estaba ahora desarrollada y se caracterizaba por una negación de la propia condición de hijo (ii.26) y encarnación (iv.2) de Jesucristo’. En respuesta a estas herejías, en 5:7 el apóstol declara la ‘la unidad del Padre, el Verbo y el Espíritu, y con la más estricta precisión’. Él declara la propia humanidad de Jesús, y el real vertido y aplicación por parte del Espíritu de esa agua y sangre de cuya efusión él mismo ha sido testigo ocular, y de la cual tan enfáticamente da testimonio en su evangelio, en el capítulo xix.34,35 … Ahora, cuando oímos al apóstol decir a sus ‘hijos’, en el capítulo antes citado de su propia Epístola, que las dos herejías contra cuyos engaños pretendía guardarlos mediante este escrito eran éstas, la negación de la calidad de hijo de Dios de Cristo y la negación de su encarnación, y …lo vemos en su testimonio de cierre excluir precisamente estos dos errores… ¿No es difícil de creer que, en estas circunstancias, escribiría cualquier cosa diferente de lo que el texto recibido le atribuye? Si mantenemos el séptimo versículo, entonces el pasaje completo se estructura, con apostólica sabiduría, de modo de excluir de una sola vez ambas herejías.20
 
Dabney libremente admite que, según la estricta tradición de los manuscritos griegos, no hay un respaldo sólido en manuscritos para la inclusión de 1 Juan 5:7. Pero aquí, ‘la Iglesia latina está en posición opuesta a la Iglesia griega’.21 ‘Hay sólidos fundamentos probables para concluir que el texto de las Escrituras vigente en Oriente recibió una modificación maliciosa en manos del famoso Orígenes’.22 Los que están más familiarizados con la historia del pensamiento cristiano saben bien que Orígenes fue el gran corruptor, y la fuente, o como mínimo el primer canal, de la casi totalidad de los errores especulativos que plagaron la iglesia en épocas posteriores… Él descreía de la plena inspiración e infalibilidad de las Escrituras, sosteniendo que los hombres inspirados aprehendieron y afirmaron muchas cosas en forma oscura…Expresamente negó la unidad consustancial de las Personas y la propia encarnación de la Deidad las proposiciones mismas que con más claridad se afirman en los diversos escritos doctrinales que tenemos en revisión.23 Dejemos que el lector imparcial elija … a la luz de estos hechos. Creemos que concluirá con nosotros en que el peso de la probabilidad está sumamente a favor de esta teoría, a saber, que los anti-Trinitarios, al encontrar ciertos códices en los cuales estas lecturas doctrinales ya se habían perdido a través de la crítica disoluta de Orígenes y su escuela, los difundieron con diligencia, a la vez que también hicieron cuanto se atrevieron para sumar a las omisiones de lecturas 
similares.24
 
◊ El siglo XX: Edward F. Hills
 
Durante el siglo XX, a más y más cristianos se los ha llevado a creer que la Coma Juanina no es propiamente 
parte de la Escritura por su exclusión, o posición entre paréntesis, en muchas de las versiones modernas de las 
Escrituras. No obstante, hombres y mujeres piadosos siguen sosteniendo la inclusión del pasaje. Entre éstos se 
encuentra Edward Freer Hills. Hills ‘fue un distinguido graduado en Latín y Phi Beta Kappa de la Universidad de 
Yale. También obtuvo un título en Teología del Seminario Teológico de Westminster y una maestría en Teología del Seminario Teológico de Columbia’, y la maestría en Teología en crítica textual del Nuevo Testamento de Harvard.25 Aún así, en medio de esta escuelas de crítica textual, Hills mantuvo un estricto conservadurismo que lo ha situado entre los más firmes partidarios del Texto Recibido.
 
Hills afirma que la Coma, ciertamente, no cuenta con el respaldo en manuscritos griegos de muchos pasajes de la Escritura. Erasmo omitió la Coma en la primera edición (1516) de su Nuevo Testamento impreso en griego, pero la repuso en la tercera edición (1522).26 Algunos creen que la inclusión obedece a un engaño; ‘pero cualquiera haya sido la causa inmediata, igualmente, en el último análisis, no fue un engaño el responsable de la inclusión de la Coma Juanina en el Texto Recibido sino el uso de la Iglesia de habla latina. Fue este uso el que hizo que se considerara que esta lectura debía estar incluida en el texto griego y que se ansiara mantenerlo allí una vez lograda su inclusión. Bien podemos creer que tras este uso estaba la providencia orientadora de Dios’.27 Como se ha señalado, Hills brinda amplia evidencia de que el pasaje estaba en uso mucho antes del siglo XV.
 
Pero hay muchas más evidencias para la inclusión del pasaje, no solamente ésta. ‘Sobre la base de la evidencia externa, es como mínimo posible que la Coma Juanina sea una lectura que alguien quitó del Nuevo Testamento en griego pero que se preservó en el texto latino a través del uso de la Iglesia de habla latina, y esta posibilidad se acerca cada vez más hacia la probabilidad a medida que consideramos la evidencia interna’.28 En primer lugar, ¿cómo se originó la Coma Juanina si no fuera genuina, y cómo llegó a ser interpolada en el texto del Nuevo Testamento en latín? … ¿Por qué no contiene la fórmula trinitaria usual, es decir, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo? ¿Por qué muestra esta combinación singular, que jamás se encuentra en otro lado, el Padre, el Verbo y el Espíritu Santo? En segundo lugar, la omisión de la Coma Juanina parece dejar incompleto el pasaje. Porque es un uso frecuente en la Escritura presentar las verdades o advertencias solemnes en grupos de tres o cuatro, por ejemplo, la repetición de Tres cosas, aún la cuarta en Proverbios 30, y la frase constantemente recurrente, por tres pecados y por el cuarto, del profeta Amós… En consecuencia, se ajusta al uso bíblico esperar que en 1 Juan 5:7-8, la fórmula tres son los que dan testimonio se repita por lo menos dos veces. Si se incluye la Coma Juanina, la fórmula se repite dos veces. Si se omite la Coma, la fórmula se repite una sola vez, lo que parece extraño. 
 
En tercer lugar, la omisión de la Coma Juanina supone una dificultad gramatical. Los términos espíritu, agua y 
sangre son de género neutro, pero en 1 Juan 5:8 se los trata como masculinos. Si se rechaza la Coma Juanina, esta irregularidad es difícil de explicar. Habitualmente se dice que en 1 Juan 5:8, el espíritu, el agua y la sangre están personalizados, y que esa es la razón para la adopción del género masculino. Pero se hace difícil ver de qué 
modo dicha personalización supondría el cambio del neutro al masculino. Porque en el versículo 6 la palabra 
"Espíritu" claramente se refiere al Espíritu Santo, la Tercera Persona de la Trinidad. Con seguridad en este 
versículo se "personaliza" la palabra Espíritu, y no obstante se utiliza el género neutro. Por lo tanto, dado que la 
personalización no provocó un cambio de género en el versículo 6, en justicia no puede argumentarse que sea la 
causa de un cambio de esa índole en el versículo 8. No obstante, si se conserva la Coma Juanina, se hace evidente un motivo para poner los sustantivos neutros espíritu, agua y sangre en género masculino. Obedece a la influencia de los sustantivos Padre y Verbo, que son masculinos. Así, la hipótesis de que la Coma Juanina sea una interpolación está llena de dificultades.29
 
 
El siglo XXI: Conclusiones
 
La opinión sobre 1 Juan 5:7 a través de los siglos, sostenida por muchos hombres piadosos, ha sido que el pasaje y su testimonio de la Trinidad de pleno derecho debe conservar su lugar en las Escrituras. Por ello la Sociedad Bíblica Trinitaria sigue considerando este pasaje como inspirado por Dios y beneficioso para la doctrina. Al igual que nuestros hermanos en los siglos anteriores, mantenemos el testimonio fiel de la doctrina bíblica de la Trinidad como se la encuentra en 1 Juan 5:7-8, a fin de que todos los hombres puedan conocer a nuestro Dios trino: Padre, Verbo y Espíritu Santo. 
 
 
 
Referencias:
1. Al momento de escribirse originalmente este artículo (1993), entre las versiones en inglés que omitían el pasaje sin nota alguna se incluían la American Standard Version [Versión Estándar Americana], la New Century Version [Versión del Nuevo Siglo], la Revised Standard Version [Versión Estándar Revisada], la Good News Bible [Biblia de la Buena Nueva] (la que algunas sociedades bíblica utilizan para sus traducciones modernas a otros idiomas), la Revised English Bible [Biblia Revisada en inglés], la Modern Language Bible [Biblia en idioma moderno], la New English Bible [Nueva Biblia en inglés] y el New Testament in Modern English [Nuevo Testamento en inglés moderno] de Phillips. Además, algunas versiones aumentan la confusión sobre este pasaje al renumerar los versículos. Entre estas están la American Standard, la New American Standard Bible ay la Revised Standard Version. Un problema adicional es que desde 1993, muchas versiones en inglés han sido actualizadas o editadas, a veces sin indicar dónde se han hecho modificaciones. Por ello, es posible que la lista no refleje traducciones actuales de 1 Juan.
 
2. Véase la cita de John Stott en el texto. 
 
3. Confesión de Fe de Westminster, II.3. En las pruebas de la Escritura para la afirmación de la Trinidad, "Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo", se cita 1Juan 5:7. 
 
4. J. R. W. Stott, The Epistles of John (Grand Rapids, MI, EE.UU.:Wm B. Eerdmans Publishing Company, 1979), pág.180.
 
5. MS61 [Bruce M. Metzger, The Text of the New Testament:Its Transmission, Corruption, and Restoration (Nueva York:Oxford University Press, 1992), pág. 62].
 
6. Este tipo de información, que ha llegado a ubicarse en los márgenes en muchas ediciones de la Biblia, ha provocado mucha confusión en nuestro tiempo, y de ese modo confusión entre los cristianos en cuanto a la validez del pasaje. En 1993, la Ryrie Study Bible manifestó que ‘el versículo 7 debería terminar con la palabra testigo.El resto del vers. 7 y parte del vers. 8 no están en ningún manuscrito griego antiguo, sólo en manuscritos posteriores latinos’ (pág. 1918). La New International Version [Nueva Versión Internacional] de 1984 sostiene que los vers. 7–8 provienen de ‘manuscritos tardíos de la Vulgata’ y que ‘no se los encuentra en ningún manuscrito griego anterior al siglo XVI’ (pág. 906). La New American Standard Bible original dice que ‘en unos pocos [manuscritos] tardíos aparece’ el pasaje cuestionado (pág. 1066). La New Revised Standard Version dice que ‘en unas pocas autoridades se leen (con variaciones)’ los versículos (pág. 261). La Amplified Version tiene las 
palabras cuestionadas en bastardilla, pero no proporciona anotación alguna con respecto al porqué (pág. 380). La Scofield Reference Bible afirma que ‘por lo general se acepta que el vers. 7 no tiene autoridad real, y ha sido insertado’ (pág. 1325); la New Scofield Reference Bible reitera esta opinión. Incluso la New King James Version 
indica que el pasaje no merece la condición de Escritura [‘NU, M omiten las palabras desde en el cielo (vers. 7) hasta en la tierra (vers. 8). Sólo cuatro o cinco manuscritos muy tardíos contienen estas palabras en griego’ (pág. 1346)]. Pero con la edición continua de estas versiones de la Biblia en inglés, estas notas están sujetas a cambios.
 
7. Metzger enumera a Greg. 88 del siglo XII, Tisch. w 110 del siglo XVI y Greg. 629 del siglo XIV como manuscritos que contienen 1 Juan 5:7 (Ibid., págs. 101–102). 
 
8. Los obispos hispanos son Prisciliano e Idacius Clarus (Edward F. Hills, The King James Version Defended [Des Moines, Iowa, EE.UU.: The Christian Research Press, 1984], págs. 209–10). 
 
9. Elgin S. Moyer, TheWycliffe Biographical Dictionary of the Church (Chicago, IL, EE.UU.: Moody Press, 1982), pág. 188.
 
10. La sección en el comentario de Henry sobre 1, 2 y 3 Juan se completó póstumamente, utilizando las notas y escritos de Henry. 
 
11. Matthew Henry, Matthew Henry’s Commentary on the Whole Bible (Iowa Falls, Iowa, EE.UU.: Riverside Book and Bible House, n.d.), VI.1090–91. 
 
12. lbid., VI.1091–92. 
 
13. Ibid., VI.1092.
 
14. lbid.
 
15. lbid., VI.1094.
16. R. L Dabney, Discussions of Robert Lewis Dabney, esbozo biográfico por B. B. Warfield, 2 vol. (Carlisle, PA, EE.UU.: The Banner of Truth Trust, 1967), solapa posterior.
 
17. Ibid., 1.377.
 
18. Ibid., 1.378.
 
19. Ibid., 1.380.
 
20. Ibid., 1.379–81.
 
21. Ibid., 1.381–82.
 
22. lbid., 1.382.
 
23. ‘Las opiniones de Orígenes sobre la Trinidad variaban entre el sabelianismo y el arrianismo’ (Ibid., 1. 383–84). 
 
24. Ibid., 1.389.
 
25. Hills, back cover.
 
26. Según Hills, Erasmo reinsertó este pasaje ‘sobre la base del manuscrito 61, que posteriormente fue respaldado por la presencia del versículo en el Codex Ravianus, en el margen de 88, y en 629’ (Ibid., pág. 209). 
 
27. Ibid., págs. 209–10.
 
28. Ibid., pág. 210.
 
29. Ibid., págs. 210–12.
 
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