Prácticas de adoracion existentes entre las iglesias cristianas

05.04.2013 01:27

 

 
Entre las iglesias cristianas existen cuatro puntos de vista históricos o
principios sobre los cuales se han construido cuatro formas diferentes
de culto.
Cada una de ellas es fruto de siglos de estudio y práctica entre las
iglesias católicas y protestantes. Cada una de ellas puede variar de
iglesia en iglesia, pero a grandes rasgos podemos mencionar cuatro
principios claramente distintivos.
Algunas de estas prácticas son correctas, pero otras demuestran un
uso descuidado de la Palabra de Dios como vehículo de expresión de
su voluntad, ya sea por ignorancia, razonamientos inconsistentes, o
simplemente pecado y rebeldía frente a Dios.
 

El principio eclesial

 
Este es el principio sostenido por la Iglesia Católica Romana que
defiende su inherente prerrogativa de establecer sus propias formas
de culto, sin considerar si tienen o no un fundamento bíblico. Esto
surge del concepto de autoridad de esa iglesia que sostiene que
además del texto bíblico, coexiste (a la par) la Sagrada Tradición que
está expresada en el juicio corporativo de los obispos de la Iglesia,
quienes monopolizan toda interpretación. La autoridad radica en la
Iglesia (Biblia + tradición) y no radica exclusivamente en el texto
bíblico.
 
De esta forma, el culto está regulado por la autoridad de la iglesia,
quien establece su forma de culto “a piacere”. La historia hademostrado que tal discrecionalidad ha agregado elementos cúlticos
que no se condicen con el texto bíblico, como por ejemplo la existencia
de siete sacramentos, la confirmación, la misa, etc. La iglesia es
soberana y puede inventar o crear lo que se le ocurra, pues tiene toda
autoridad.
Esta posición es la verdadera antítesis del PRCC.
 
 

El principio normativo

 
Este principio dice lo siguiente: "es posible hacer todo lo que está
ordenado en las Escrituras, además de todo lo que las Escrituras no
prohíben expresamente."
Este punto de vista es el sostenido por las iglesias de tradición
luterana y anglicana.
Por ejemplo, al referirse a la autoridad de la iglesia, el artículo XX de
los Artículos de la Religión27 de la Iglesia Anglicana dice que "la Iglesia
tiene poder para decretar ritos o ceremonias".
Este principio, al decir que todo lo que la Biblia no prohíbe
expresamente está permitido, deja en libertad a los creyentes para
incorporar al culto ciertos elementos no incluidos en el texto bíblico. A
partir de este concepto se construyen las liturgias de las iglesias
sacramentales (o "high church") y el culto contemporáneo. Se
incorporan así elementos como la danza, el teatro, las expresiones
corporales, etc.
Podría ser que muchos miembros de esas iglesias hermanas no han
dado a este asunto la consideración necesaria ni lo han estudiado con
detenimiento, y por eso caen en la adopción involuntaria del principio
normativo, pero otros han adoptado este principio aún sabiendo que
no es la mejor expresión de las enseñanzas contenidas en las
Escrituras
 
 

El principio regulador de culto o principio puritano o PRCC

 
Este principio hace hincapié y prioriza los elementos de culto
instituidos, ordenados, establecidos y contenidos únicamente en las
Escrituras.
En esencia, propone que "el verdadero culto ha sido ordenado
solamente por Dios, y el falso culto es algo que él no ha ordenado".
Nótese la gran diferencia con los dos principios precedentes.
En la práctica, el culto de acuerdo con el PRCC examina el orden, los
elementos, las prioridades y las selecciones musicales a partir de una
perspectiva bíblica. En el PRCC la prioridad en el culto radica en la
lectura de la Palabra, la predicación expositiva, las oraciones, el canto
congregacional, los sacramentos, etc.
Dios establece cómo quiere que se le rinda culto: el culto ha sido
ordenado y comunicado al hombre, y los elementos de su culto se han
dado a conocer por medio de su Palabra.
 
 

El principio libre

 
Este es el principio universalmente adoptado por las iglesias
evangélicas en general. Es en realidad un no-principio, en donde la
norma es que todo lo que funciona en el culto a Dios, se considera
permitido y agradable a Dios. Bob Kauflin, en su libro Worship
Matters 29, ingeniosamente lo llama el principio de “¡lo que venga!”
 
“El verdadero culto ha sido ordenado solamente por Dios,y el falso culto es el que él no ha ordenado.”
 
(Martin Scharenberg)