Un Corazón preparado para recibir la Cena del Señor (semon-Sebastian Santa Maria)

24.08.2015 10:09

 

“De manera que cualquiera que comiere este pan o bebiere esta copa del Señor indignamente, será culpado del cuerpo y de la sangre del Señor. Por tanto, pruébese cada uno a sí mismo, y coma así del pan, y beba de la copa.” (1 Corintios 11:27-28)

 

               La dignidad con la cual debemos venir a la mesa del Señor demanda una actitud  de responsabilidad, seriedad y respeto, hay una gran advertencia aquí que no encontramos en otro lugar, Pablo se esfuerza por resaltar el hecho de que quien no venga de esta manera a la mesa del Señor, vendrá a juicio  “Porque el que come y bebe indignamente, sin discernir el cuerpo del Señor, juicio come y bebe para sí.”

Quiero enfocarme aquí principalmente sobre el examen que debemos tomar previamente “pruébese cada uno a sí mismo” pocas veces he leído una advertencia de los ministros a su congregación sobre dicho tema y las veces que lo he escuchado fue tan superficial que nadie ha prestado la mínima atención, además el ministro de inmediato dirige la atención a otros temas, pero es mi responsabilidad ser un atalaya del Señor y procurar que la grey de Cristo venga a su mesa de la manera más digna posible.

 Examinaos a vosotros mismos si estáis en la fe; probaos a vosotros mismos. 

1-La Fe a de estar basada en Jesucristo y sus fundamentos

2-La prueba de mostros a de ser por nosotros mismos frente al espejo de la palabra de Dios.  

Los principios confesionales y fundamentales de nuestra fe han de habitar firmes en nosotros y deben ser meditados a diario, esta es la estructura interna que sostiene todo el cuerpo de la fe que habita en nuestros corazones por la gracia divina, en segundo lugar la observancia de nuestro corazón “Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá? Jeremías 17:9 por eso al momento de auto examinarnos es la Escritura el único estándar de fe y conducta por el cual nos regiremos y viviéremos, en la regla que nos mantendrá en buen camino y la disciplina que nos otorga la vida que a Dios agrada, es claro sin embargo “Es verdad que ninguna disciplina al presente parece ser causa de gozo, sino de tristeza; pero después da fruto apacible de justicia a los que en ella han sido ejercitados.” Hebreos 12:11

La ley de Jehová es perfecta, que convierte el alma;
El testimonio de Jehová es fiel, que hace sabio al sencillo. (Salmos 19:7)

De manera que la Ley será la regla perfecta en la cual expondremos nuestros corazones para ser examinados, la Ley será la luz que alumbre las tinieblas en las cuales nuestro engañoso corazón trata de encubrirse, aunque brevemente vamos a hacer un tratado aquí sobre la manera de este examen, pero usted tendrá la tarea semanal de profundizar el mismo.   

1-Discernir el Cuerpo del Señor, Discernir es un verdadero ejercicio mental: implica capacidad y prontitud para diferenciar lo verdadero de lo falso, lo justo de lo injusto, la sabiduría de la ignorancia, el bien del mal...

 

...Significa aclarar, distinguir, apreciar, comprender, juzgar, entender, emplear un enfoque de pensamiento crítico, desnudando las apariencias y eligiendo lo esencial...

Cristo manifiesta este ejercicio como uno de los principios en su resumen de las tablas de la ley  “Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente.” De manera que tendremos aquí que examinarnos y hacernos las siguientes preguntas. ¿estamos estimulando nuestra mente en el ejercicio de discernir el cuerpo del Señor? ¿Tenemos clara la doctrina de la humillación y exaltación de Cristo? ¿Tenemos claro que esta es la única observancia que Cristo ha mandado en su memoria? 

Este resumen abarca el Corazón y la mente, y dado que nuestro corazón es inclinado a doblarse hacia el pecado no podemos confiar en emociones que no sean gobernadas por la mente y dado que la mente ha sido manchada por el pecado no es autónoma en las normas para regir nuestros corazones a menos que esta lo haga fundada en la palabra de Dios.

Examen de los mandamientos con la mente y el corazón

Si deseamos por lo tanto venir a la mesa del Señor con dignidad se requiere de nosotros un examen previo.

No tendrás dioses ajenos delante de mí. Éxodo 20:3

En cuanto a nuestra mente, el conocimiento que ha venido de la revelación especial de Dios, a saber su santísima Palabra, nos revela al Dios verdadero  «el Padre, el Hijo y el  Espíritu Santo son de una sola y misma substancia, testificando con su inseparable igualdad la unidad divina; y que, por ello, no son tres dioses sino un solo Dios».

Fuera de él no hay otro Dios y por tanto los que son llamados así dioses por los ignorantes no son más que meras invenciones de la mente corrompida, tener estos dioses en la mente o fuera de ella, ocupar el corazón en esto es una abominación detestable, pero quizás no seamos tan torpes como para adorar a la manera de las civilizaciones que no han recibido la revelación especial, sin embargo se hallan sin escusas debido a la revelación natural

 “Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa.” Rom 1:20

Pero podemos caer en la categoría de hacer a nuestro corazón el dios al cual servimos y este es un peligro constante aun para pecadores redimidos de manera que el examen demanda que tanto nuestra mente como nuestro corazón no sea el dios de nuestra adoración, este principio es pasado por alto muchas veces ya que se busca a los dioses fuera de nosotros mismos pero sin sospecharlo puede estar muy arraigado en nosotros mismos.

Dese a la tarea de este examen...

No te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra.

No te inclinarás a ellas, ni las honrarás; porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen, y hago misericordia a millares, a los que me aman y guardan mis mandamientos… (Éxodo 20:4-6)

 

En esta categoría, tener imágenes es una forma grotesca de desfigurar la divinidad, por lo tanto la prohibición es clara Dios no es como los hombres y no puede ser comparado con ellos en ningún sentido. ¿A quién me asemejáis, y me igualáis, y me comparáis, para que seamos semejantes? Isaías 46:5

Nuestra mente no puede crear una figura de Dios de acuerdo a pensamientos humanos, cuando la Escritura habla de Dios en un lenguaje humano, del brazo de Dios, de su ojo, oído u otro semejante,  evidente mente habla de forma metafórica ya que Dios no cuenta con un cuerpo como nosotros, no está limitado a tiempo o espacio, extensiones o limitación alguna, y si nuestra mente está dibujando caricaturas de Dios que no son compatibles con sus atributos entonces examinemos esto ya que estamos cayendo en esta categoría.

Discernir el cuerpo trata también de tener clara la divinidad y atributos divinos, no deformar o dibujar a ninguna de las personas de la divinidad en nuestra mente por medio de pensamientos humanistas de un dios inventado.

En segundo lugar siendo obvio mucho menos deberíamos caer en el grabe error de querer pintar una figura de Dios el Padre o el Hijo o del Espíritu para representarlos, esta maldad es frecuente entre los Romanistas pero se ha infiltrado en el neo evangelicalismo y muchas congregaciones supuestamente protestantes han sido seducidas por la idea papal que podrían servir para enseñar después de todo el Señor se hizo hombre y es la figura visible del Dios invisible, esta conclusión ignora la naturaleza divina de Cristo por la cual el no puede ser pintado en imagen ¿Cómo pintaran su divinidad sin degenerar en muchos defectos y grotesca burla, Cristo es Dios y se prohíbe hacer imágenes de él, otro tanto queda para el Espíritu que muchos pintan como una hermosa paloma blanca, pero de nuevo, el Espíritu Santo es Dios, y no puede ser reducido el Creador a lo creado en ninguna manera.  

Examinemos nuestra mente y corazón el respecto...

No tomarás el nombre de Jehová tu Dios en vano; porque no dará por inocente Jehová al que tomare su nombre en vano.

Al momento de nuestro examen se debe evaluar el comportamiento de nuestras conversaciones

 “No erréis; las malas conversaciones corrompen las buenas costumbres.”

(1 corintios 15:33)

Que nuestros labios no tengan rienda suelta, es también responsabilidad de los ejercicios del dominio propio con el cual el Señor nos ha capacitado, y al momento de tomar el Nombre del Señor hacerlo de tal manera y con tal reverencia que no sea tomado en vano, hoy día se escucha el nombre el Señor en labios burlones, blasfemos, y atrevidos, payasos sobre pulpitos de arena invocan el nombre del Rey de Reyes para acreditar que sus payasadas son hechas en nombre del Sublime y Santo nombre del Señor.

Debemos examinar de que manera hablamos he utilizamos el nombre del Señor, tapar nuestros labios antes de usar en vano un nombre tan santo.

 Acuérdate del día de reposo para santificarlo.   

 

Una vez más Dios hace hincapié en el ejerció de nuestra mente ACUERDATE tenga presente, este esperando, prepare su corazón pera este santo día para santificarlo, se nos invita a la mesa del Señor en el día del Señor, tanto la mesa como el día le pertenecen y son designados y especialmente consagrados para la adoración del único Dios verdadero.

Este día de reposo, no es un día de feria, de comprar ni vender, de pasar el tiempo en juegos superfluos aunque lícitos en cualquier otro día o momento, nos tiempo de charlas banas, o pasatiempos mundanos, es tiempo de adoración, de ir a Cristo y descansar, la mente y el corazón deben reposar en una serena adoración, exaltación y glorificación a Dios, poder dedicar un día completo a Dios es el gozo de los santos y el odio de los impíos, examinar que nuestro corazón no nos engañe para distraernos en este especial día de la atención que debemos a Dios, a solas, en familia con la grey en todo el día.

Extirpemos los deseos mundanos y pecaminosos que nos inclinan a las paciones y deseos mundanales y adoremos al Señor en su día y en su mesa de forma digna, porque no es el rey de un gran imperio son el Rey de la Gloria, el Señor de los cielos y la tierra a quien adoramos y debemos rendirnos.

Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días se alarguen en la tierra que Jehová tu Dios te da.

No deberíamos pensar que nos hemos ido del tema, ¿cómo iremos a presentarnos a la mesa del Señor, si no respetamos a las autoridades que él ha puesto sobre nosotros?

No podemos pensar que este mandamiento trate solo sobre el núcleo familiar, aunque es el principio de autoridad que primero debemos reconocer, los padres son las primeras autoridades que debemos respetar, y este respeto tiene promesa, pero esta se extiende también a todos los cargos de autoridad por tanto todo el que tenga autoridad se le debe el respeto debido a su cargo, debemos considerar que no hay autoridad sino de parte de Dios y que por el son establecidas, ahora los rebeldes quieren huir con la astucia de Satanás, para no sujetarse a nadie más que al Señor, dicen…pero esto no son más que escusas endebles, mejor es servir al Señor que a los hombres dicen…es verdad no lo niego, pero siempre por causa del señor nos vemos obligados a la sujeción a menos que se nos obligue de alguna manera a quebrar la ley de Dios, pero mientras las autoridades no lo hagan no hagan no estamos libres.

Nuestro engañoso corazón quiere huir ya que arraigado muy dentro tiene la autonomía pecaminosa que lo inclina neciamente a escabullirse de la responsabilidad y nuestra mente tiende a buscar escusas bien elaboradas para defender astutamente y evadir la autoridad, así cuando vengamos a la mesa del Señor procuremos haber examinado este quinto punto…

No matarás.        

Aquí muchos ponen el grito en el cielo, dicen cómo puedes decirme eso soy cristiano, tu corazón requiere un examen tu mente lo necesita. Hay muchas maneras en la que podemos estar al borde de ser homicidas,  “Todo aquel que aborrece a su hermano es homicida; y sabéis que ningún homicida tiene vida eterna permanente en él.” 1 juan 3:15

Muchos hablan de amor, pero pocos lo practican. El engaño de esta generación perversa ha sido exactamente en este punto, al no hablar ni pregonar la justicia divina o la ira de Dios sobre los pecadores, no se muestra amor, cuando se habla del Dios de amor al estilo hippie no solo se peca en cuando a la falsa figura que tenemos de Dios, sino que no se ama al prójimo, porque no se le advierte de la ira que viene sobre todo aquel que no cree, amor es el que mostro Juan el Bautista quien proclamaba a viva voz arrepentíos porque el reino de Dios se ha acercado a vosotros, ¿Cómo pensáis escapar de la ira de Dios?...

No mataras en un sentido espiritual, pero también literal, que no se pose el enojo sobre nosotros de manera que encarne en ira y la ira genere homicidio, ni de una manera ni de otra. Examinaos a vosotros mismos...

No cometerás adulterio.    

             ¿Podrá algún adultero presentarse a la mesa del Señor? Que tu corazón no te engañe porque vamos a tratar ahora de tu ojo…si tu ojo es malo todo tu cuerpo lo será…que digo el adulterio no trata meramente con el acto exterior y el hecho de irse en otra persona que no es su conjugue, el anticristo es en esencia un adultero, la cabeza de Roma papal tiene su raíz en un adulterio abominable y detestable, tiene una copa llena de esta embriagante bebida y embriaga con ella a todos sus súbditos.

Adulterar es aquello que hace nuestra mente o corazón cuando altera o elimina la calidad y pureza de una cosa añadiéndole algo que le es ajeno o impropio.

No hay algo mas detestable que adulterar la palabra de Dios y mucho más si se cambia por las tradiciones de los hombres, y aunque se oiga extraño las modernas iglesias se parecen mucho a las sinagogas de Satanás del tiempo de Jesús, guardan sus tradiciones más fielmente que la palabra de Dios.

Examinemos nuestro corazón y nuestra mente antes de venir a la mesa del Señor, si venimos a su mesa que sea con limpio corazón sin levadura.

 

No hurtarás.

¿Robará el hombre a Dios? Pues vosotros me estáis robando. Pero decís: ¿En qué te hemos robado?...Malaquías 3:8 tengamos en cuenta que en el contexto de este pasaje trata sobre los antiguos diezmos, que se daba para el sustento de levitas, ¿argumentaremos nosotros como ellos? Preguntando ¿en qué te hemos robado? Pues esto aplica también en otros aspectos, notemos que Jesús reclama que se de a Dios lo que es de Dios, la Gloria debida a su nombre

Entonces Jesús les dijo: Dad al César lo que es del César, y a Dios lo que es de Dios... Marcos 12:17

Cuando nuestra mente y corazón no están completamente dedicadas al Señor, cuando quebrantamos su santo día de reposo, cuando por codicia retenemos lo que podríamos dar estamos robando a Dios…

Pagad a todos lo que debáis: al que impuesto, impuesto; al que tributo, tributo; al que temor, temor; al que honor, honor. Romanos 13:7

Por supuesto doy por entendido que en cualquier manera que se dañe al prójimo en esto es decir, cuando no se honra a las autoridades, en un trabajo se le roba el tiempo, el dinero, o en cualquier otro aspecto, el respeto debido a los padre, maestros, pastores, dirigentes u otros en cargos de eminencia sobre nosotros.

La escritura aplica claramente quien se merece todo el honor, la gloria, la honra y adoración debida a su nombre y sin embargo, como la iglesia en la antigüedad así en este tiempo el pueblo roba a Dios

Israel ha pecado y también ha transgredido mi pacto que les ordené. Y hasta han tomado de las cosas dedicadas al anatema, y también han robado y mentido, y además las han puesto entre sus propias cosas. Josué 7:11

¿Robaremos la gloria a Dios? Pues aquellos que buscan la justificación de sus pecados por buenas obras, rechazan la gloria de la expiación de Cristo como todo suficiente, aquellos ponen en su corazón entre su mente este anatema (creer que serán salvos con sus buenas obras aparte o en parte con la gracia divina)  

Robaran la gloria a Dios…aquellos que de algún modo minimicen la grandeza, omnipotencia, suficiencia o cualquier atributo divino, sea por temor a los hombres, por falta de fe, o por ignorancia…examinaos a vosotros mismos sobre esto y luego  ven a la mesa del Señor dignamente…

No hablarás contra tu prójimo falso testimonio.

Otra vez nuestro corazón puede engañarnos y hacer que nuestra boca se apresure a dar falso testimonio contra nuestro prójimo, muchas veces esto sucede…muchas veces hemos juzgado, hablado, y pronunciado un falso testimonio contra nuestro prójimo

La manera de juzgar a de ser justa, es decir de acurdo a los frutos que se amoldan a la Escritura, pero aun viendo estos podemos ser engañados por nuestro corazón y hablar mal con otros…de hecho no faltara algún entrometido que venga a popular malos consejos contra el hermano sin haber pasado por el proceso justo, a saber si alguien tiene algo contra alguno primero debe abrir su boca con esa persona, pero nuestro corazón rivaliza con este mandato espiritual y la persona afectada habla primero con todas las personas equivocadas, y luego se da cuenta que debería haber solucionado todo directamente con la persona correcta…

Hay en muchas manera y de muchas formas que se trasgrede este mandato y un profundo examen no solo sirve para ver donde hemos sino que nos es útil para volver a tras restaurar y luego evitar esta clase de pecados, al momento de venir a la mesa del Señor y tomar en nuestros labios su Palabra, beber su sangre (representado en el vino) comer su carne (representado en el pan) lo hagamos dignamente como hijos de luz      

 

No codiciarás la casa de tu prójimo, no codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su siervo, ni su criada, ni su buey, ni su asno, ni cosa alguna de tu prójimo.

            La codicia es un gusano que corrompe el corazón que llena la mente de putrefacta astucia, la codicia lleva al amor al dinero y el amor al dinero y el codiciar nunca termina, pero nosotros hermanos que hemos sido salvos por gracia, santificados por el espíritu debemos aprender a poner frenos a nuestros deseos, ya que muchos de ellos se presentan como ángel de luz, parecen ser buenas cosas y de hecho las cosas que deseamos no tienen nada de malo, pueden ser buenas cosas codiciadas de mala manera, una casa, una esposa/os, un vehículo un libro o cualquier otra cosa no material, un talento, una capacidad, una figura etc. Sin embargo la codicia de tales cosas degenera los deseo en codicia y dobla el corazón a los malos deseos, Satanás esa criatura que fue llena de gloria y hermosura se ha convertido en una criatura despreciable y fue destituido de lo que tenía por la codicia del poder que no tenia y le era licito tener, la codicia engaño los ojos de Eva endulzo la boca de Adan pero amargo todo el árbol de su genealogía, toda la raza fue afectada por la caída de aquel que con codicia probo el único fruto que le era prohibido…

De modo hermanos que si el corazón de Adán fue corrompido por este gusano cuanto más el nuestro si no prestamos atención a nuestro corazón en lo que deseamos…examinemos nuestra mente y nuestro corazón antes de acercarnos a la Mesa del Señor

 

Hasta aquí hermanos solo tratamos brevemente este examen para acercarnos a la mesa del Señor dignamente…en el siguiente día del Señor trataremos más específicamente sobre la cena misma y en la manera que Roma la ha degenerado en una indigna fiesta deshonrosa…pero vallamos nosotros a nuestros hogares limpiemos nuestras mentes y nuestros corazones de la levadura que quede y vengamos a la mesa dignamente el Señor sea con todos ustedes amen.      

Pastor Sebastián Santa María

Sermón 23/8/2015